
Washington.- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este martes que el nuevo arancel para los automóviles importados, que entrará en vigor a partir del 2 de abril, rondará el 25%. Esta medida forma parte de su estrategia para reducir el déficit comercial y fortalecer la industria nacional.
“Probablemente lo diré el 2 de abril, pero será en torno a 25%”, afirmó el mandatario republicano, quien ya había adelantado su intención de imponer estos gravámenes el pasado 14 de febrero. Además, confirmó que los semiconductores y la industria farmacéutica también enfrentarán tarifas del 25% o más, con aumentos progresivos durante el año.
Impacto en la relación comercial entre EE.UU. y la Unión Europea
Desde su residencia en Mar-a-Lago, Trump justificó la medida argumentando que la Unión Europea ha sido “muy injusta” con Estados Unidos. “Tenemos un déficit de 350 mil millones de dólares. No se llevan nuestros coches, no se llevan nuestros productos agrícolas, no se llevan casi nada. Vamos a arreglar eso”, aseguró.
Este anuncio llega en la víspera de una reunión clave en Washington entre el comisario europeo de Comercio, Maros Sefcovic, y altos funcionarios del gobierno estadounidense, incluidos el secretario de Comercio, Howard Lutnick, el representante comercial, Jamieson Greer, y el asesor económico Kevin Hassett.
El portavoz de la Comisión Europea, Olof Gill, reiteró que la UE está dispuesta a negociar, pero advirtió que también está preparada para defender sus intereses. “El IVA no es un arancel”, subrayó Gill, en respuesta a las acusaciones de Trump sobre las barreras comerciales impuestas por la UE.
Repercusiones económicas y comerciales
Los aranceles que propone la administración Trump no serán uniformes, sino que se ajustarán según los gravámenes y “barreras” comerciales que cada nación imponga a EE.UU. “La UE tenía un impuesto del 10% sobre los automóviles y ahora tiene uno del 2.5%, que es lo mismo que nosotros. Ya hemos ahorrado una cantidad enorme”, indicó el presidente.
El anuncio ha generado preocupación en la industria automotriz y en sectores exportadores tanto en EE.UU. como en Europa. Expertos advierten que un incremento en los aranceles podría encarecer los vehículos, afectar la competitividad de las empresas y desatar represalias comerciales por parte de la UE.
El 2 de abril será clave para conocer el impacto real de estas medidas y la reacción de los socios comerciales de EE.UU. La expectativa en los mercados es alta, ya que un conflicto comercial prolongado podría afectar las inversiones y el crecimiento económico global.